CÓMO EMPEZAMOS
En 2009, Esperanzas Unidas se inauguró con una fiesta navideña para los niños de la aldea de Vega Redonda, Copán. La idea surgió cuando la cofundadora y codirectora de Esperanzas Unidas, Ángela Madrid Lara, observó que la gran mayoría de los jóvenes en esta aldea donde ella nació nunca antes habían recibido un regalo en sus vidas, y mucho menos uno para la temporada navideña.
Esta fiesta se transformó en 12 años de proyectos comunitarios, liderados completamente por voluntarios en los Estados Unidos y en Honduras, a través de la organización sin fines de lucro, Light of Esperanza.
Durante estos años, fuimos testigos de la manera dramática en como nuestros proyectos ayudaron a mejorar la vida de las mujeres y los niños de Honduras. Desde nuevas fuentes de ingresos y oportunidades de liderazgo con nuestros proyectos empresariales cooperativos de mujeres, hasta 60 becas que ayudaron a los niños a continuar su educación y graduarse de la escuela secundaria con un diploma, hasta entregar vitaminas prenatales esenciales a las mujeres embarazadas en las once aldeas con las que hemos trabajado.
ESPERANZAS UNIDAS
En 2021, Esperanzas Unidas fue aprobada como entidad sin fines de lucro en Honduras, un nuevo estatuto que permitió a nuestra organización ampliar el trabajo que ya estábamos realizando, ahora, como organización profesional sin fines de lucro. Durante esta transición, la junta de Light of Esperanza y Esperanzas Unidas tuvieron dos ideas que nos guiaron en la comprensión del camino más efectivo para generar un cambio duradero en Honduras.
La primera idea, es que Esperanzas Unidas necesita liderar con nuestro propio ejemplo.
El acceso al poder económico, político y social de las mujeres en las zonas rurales de Honduras se ha visto muy limitado por una historia que ha restringido su potencial únicamente a las tareas domésticas. Si queremos cambiar esa realidad, desarrollando líderes futuros y trabajando para elevar a las mujeres de las zonas rurales de Honduras, Esperanzas Unidas debe reflejar ese objetivo en nuestro liderazgo. Si bien Esperanzas Unidas agradece enormemente el apoyo de todos los miembros de nuestras comunidades, incluidos los hombres, estamos comprometidos a ser liderados por mujeres.
La segunda idea es que la cultura tradicional hondureña contiene muchas de las respuestas necesarias para revolucionar Honduras en nuestros días modernos.
Ya sea a través de capacitaciones sobre técnicas agrícolas tradicionales hondureñas, cultivando y promoviendo el cultivo de amaranto o trabajando con bambú, Esperanzas Unidas se dedica a celebrar la riqueza de conocimientos transmitidos de generaciones anteriores para fortalecer a las próximas generaciones.
Con el respaldo de nuestro personal capacitado y el apoyo continuo de nuestros voluntarios y patrocinadores increíbles, Esperanzas Unidas está trabajando para crear una nueva Honduras, una de esperanza, una “esperanza unida”, en las vidas de las mujeres y los niños con los que trabajamos.
Como nuestra cofundadora y codirectora de Esperanzas Unidas, Iris Madrid, le gusta decir con frecuencia:
“¡Hoy hay mucho trabajo bueno por hacer! ¡Hagámoslo!"